Bueno, Ya entendí cual era mi problema, comprendí que mi vida era ingobernable y me derroté, acepto que no tengo el control de mi vida, ni de nadie en mi alrededor, el dolor rebasó mi capacidad y ya no pude mas.
Entiendo que hay un Ser superior, para mi, se llama Dios o Jesús, que fué el que se presentó ante mi, cuando el dolor rebasaba mi capacidad, me sonrió y me dijo que él estaba en mí. Dejé mi soberbia para poner en su manos mi vida, lo escuché.
Entiendo que hay un Ser superior, para mi, se llama Dios o Jesús, que fué el que se presentó ante mi, cuando el dolor rebasaba mi capacidad, me sonrió y me dijo que él estaba en mí. Dejé mi soberbia para poner en su manos mi vida, lo escuché.
Hice un inventario de mi vida, para encontrar el porque, lo admito y sé que tengo muchos cambios que hacer para salir de ese estado de desesperanza en el que caí.
¿Ahora?¡ Andale chulita! hay que ver de que estás hecha, que estás dispuesta a cambiar...y, por donde empezar.

Empezar con tener contacto con las personas que amo, la piel tiene sed de contacto, con el tiempo dejé de abrazar a mis hijos, mis hermanas, mi madre, me alejé tratando de protegerlos, pero amo sus besos y sus abrazos. Y algo muy importante, no hacerle a los demás, lo que a mi no me gustaría que me hicieran.
Para estar bien hay que producir, asi que hago lo que me gusta y aparte recibo un pago por ello, ahora el trabajo parece ser como estar de vacaciones, porque al no sufrir haciéndolo, lo disfruto.
Ok, suficiente para empezar, cuando domine estos primeros pasitos, aprenderé a caminar, y quien no dice, que con el tiempo, ¡Hasta podré volar!