3.11.11
Pasamos días de peritajes, testificaciones, ver a mis hijos recordar eventos de la vida que nunca hubiera querido escribir en su cabecita.

Mis hijos recuerdan hasta los olores del momento, el color de lo que los rodeaba, cada minucioso detalle nunca se borró, se quedó ahí intacto y los obligaron a sacarlos y llenar las oficinas de sus recuerdos como fotografías que se pegaban en las paredes.
Pero salían de la prueba desgarradora y tenían los brazos abiertos de su madre, las sonrisas solidarias de sus hermanos, el amor producto de la hermandad verdadera.
Quizás no pude protegerlos a la medida que se necesitaba, porque rebasaba mi capacidad menguada por el maltrato, pero logré que vieran mi amor hacia ellos y ellos unirse para ayudarse y no destruirse como pasa en muchos casos como el nuestro.
Sigo creyendo que Dios guía cada uno de nuestros pasos y que estas vivencias nos harán mas fuertes.
3 de noviembre de 2011 12:35
ResponderEliminareso es crecer emocionalmente y n o cualquiera tiene ese privilegio,
Dios nos da lo que sabe que podemos aguantar...ni mas , ni menos!!
te amooo
chelyy
3 de noviembre de 2011 22:14
EliminarEsta prueba es para graduarse de Maestría!!!
pero ahi vamos.
Gracias manita....
BLANCA