jueves, 19 de julio de 2012

SOLTANDO LAS RIENDAS


Me llamó mi hija, que no podía prender el boiler y yo no llegaría a casa temprano, traté de explicarle como hacerlo, desesperada ella hablaba al mismo tiempo que yo, así que ni yo la oía ni ella me entendía, frustrada me dijo que al rato me llamaba.

Luego, mi hijo me dice que tiene hambre y que no sabía que cocinar, le dije que abriera un atún, sirve que no engordaba, me dice "Jefa, quiero algo mas que eso", con la pena, le digo, no puedo hacer nada por ti a esta hora.

Patito, mi chiquito, sentado a un lado mio, escucho mi desesperado intento por ayudar a sus hermanos mayores, estaba comiendo uvas, me dice, ¿Quieres una uva? la tomo y cuelgo el teléfono, y le digo "¿Que voy a hacer con tus hermanos?" Dice con una uva en un cachetito, "Mira mami, como no estás con ellos, no puedes hacer nada, estoy seguro que ellos van a poder, solo déjalos" siguió comiendo su uva tranquilamente, me compartió otra, y los dos nos pusimos a ver la película.

Cuando llegamos le pregunté a Karen si lo había logrado, y solo contestó " ¡Ah, si!"
Le llame al otro, ¿Que comiste siempre? Atún, así no engordo.

Tal como dijo el sabio del hermano de 10 años, si los dejas, ellos sabrán que hacer...solo déjalos que lo intenten.

Se oye fácil....pero es un trabajo agotador diario, ja ja ja....solo Soltar las Riendas.

2 comentarios:

  1. Sabias palabras del Pato!!! gran lección!!!

    Gladys

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  2. 20 de octubre de 2011 20:06
    No se si les pase a ustedes, pero a veces como mama, pienso en "pobres hijos, que haran sin mi", pero crecen tan rapido y se vuelven autosuficientes gracias a ti, que caigo en cuenta de que mas bien "pobre de mi, que hare sin mis hijos!, efectivamente solo soltar la rienda.

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